Cómo escribir un cuento

Cómo escribir un cuento

No hay nada más mágico para un niño o una niña que un cuento. A través de la lectura, los más pequeños aprenden, disfrutan, ven favorecida y desarrollada su capacidad creativa, adquieren valores esenciales para su vida, ponen en juego su sentido crítico… En definitiva: los beneficios de la literatura infantil son infinitos. A lo largo de este curso vamos a aprenderlo todo sobre los libros. Vamos a conocer de cerca el proceso de creación y edición, a la vez que vamos a tomar el papel de creadores (escritores, ilustradores, editores, maquetadores…). A todos nos gusta tener un libro en las manos, pero, ¿conocemos todo el trabajo que hay detrás de él?, ¿sabemos todos los pasos que hemos de seguir hasta verlo terminado?, ¿qué personas se ven implicadas en su creación? ¡Vamos a descubrirlo!

En cada mes de este nuevo curso escolar, nos meteremos de lleno en el papel de un profesional de todos los que se encuentran tras la elaboración de un libro. Conoceremos su trabajo y nosotros lo realizaremos en el aula, obteniendo como resultado a final de curso nuestro propio cuento. En esta ocasión, nos vamos a acercar a los escritores, esas personas creativas que ponen sobre el papel las historias y aventuras que les vienen a la cabeza. Su función es imprescindible porque del texto parte todo el trabajo siguiente. Tomando como base las tarjetas que se incluyen en la revista física podremos trabajar de diferentes maneras:

- Individual o gran grupo: ponerlas boca abajo para elegir una al azar o escoger la que más nos guste.

- Pequeños grupos: escoger entre todos los grupos la misma tarjeta para ver las diferentes propuestas que salen partiendo del mismo material o, por el contrario, que cada grupo trabaje una temática diferente.

Lo que buscamos en este primer momento es elegir un tema en torno al que gire el libro que vamos a ir creando a lo largo del año. Así, la motivación e inspiración para nuestra historia puede partir de un recuerdo o algo vivido, de un personaje que queramos que sea el protagonista, de una moraleja o mensaje que pretendamos lanzar al mundo, de lo que nos transmita una frase… ¡Las posibilidades son infinitas! A pesar de eso, si algo tenemos que tener claro, es que esto es solo el comienzo. Muchas veces no somos los escritores quienes contamos la historia, sino los propios personajes. Debemos pensar qué queremos escribir y cómo queremos hacerlo, pero siempre dejando oportunidad a que la aventura siga su curso por sí sola, que fluya. Algo nos tiene que emocionar. ¡Dejemos volar nuestra imaginación! ¿Y cómo damos vida a los personajes? ¡De eso hablaremos aquí mismo el mes que viene! 

Ver artículo completo en Maestra Infantil 200

La creación de personajes

La creación de personajes a la hora de ir dando forma a nuestro cuento es uno de los puntos más bonitos y especiales para cualquier escritor. Es ahí cuando tienes que hacerte infinidad de preguntas sobre cada uno de ellos.

Aunque esa información no vaya a aparecer en ninguna página del libro tienes que conocerlos como si fueran parte de ti (en realidad lo son, tú los estás creando y les estás dando vida).

Lo fundamental a la hora de crear los personajes es pensar en sus rasgos físicos y de personalidad. Los primeros puede que no tengan tanta importancia (especialmente en literatura infantil, ya que esa información nos la dará la ilustración), pero los segundos van a marcar el recorrido del cuento. Por ello, debemos saber, antes de empezar, quién será el malvado que haga girar la historia, si algún personaje contará con superpoderes, quién será el bueno con el que los lectores se posicionarán y se sentirán identificados…

Para que el proceso de creación resulte más fácil y divertido a la hora de empezar, en la revista física se encuentra un juego que incluye tablero y dos dados para otorgar a cada personaje

sus características corporales y de personalidad. Así, podremos comenzar con una base para imaginar la historia o el hilo de la misma a partir de cómo veamos y sintamos a los personajes.

Para ello, y en función de cómo estemos trabajando el proyecto en el aula, podemos proponer que cada grupo de alumnos elija y analice a un personaje, que entre todos decidan quiénes van a ser los protagonistas del cuento o que cada niño dé forma a uno de ellos de manera personal para luego poner todas las propuestas en común. La forma de proceder a jugar es sencilla. Basta con lanzar al aire los dos dados y buscar en el tablero la información que nos ha salido. Un dado nos dará la seña de la fila de características físicas y el otro la de la columna de los rasgos de personalidad. Así, tendremos tanto la imagen como la forma de ser de nuestros personajes.

A partir de ahí, forma parte de nuestra imaginación la manera en la que haremos que esas características se vean reflejadas en su actividad en la historia, ya que si nos ha salido que uno de ellos se caracteriza por ser bromista debemos proponer situaciones en las que pueda mostrarse como tal, dándole ese toque de humor y gracia que los lectores tienen que ver reflejado en él. Pero también hay ocasiones en las que los personajes llegan a nuestras cabezas

como si se tratase de un auténtico juego de magia, sin necesidad de pensar demasiado en cómo serán ni cómo se comportarán, simplemente aparecen revolucionándolo todo a su paso. Si se da este caso, dejémosles ser así, como llegan, con su esencia más pura.

Ver artículo completo en Maestra Infantil Nº201

 

 

Regresar al blog

Deja un comentario