"Somos inteligentes"

"Somos inteligentes"

"Podemos ignorar las diferencias y suponer que nuestras mentes son iguales. O podemos aprovechar esas diferencias." H. Gardner

Siempre se había considerado que la inteligencia era algo con lo que se nacía, que era única y no cambiaba a lo largo de la vida. Las investigaciones de los últimos años han demostrado que eso no es tan cierto.

El concepto de inteligencia ha evolucionado. Actualmente, se considera que la inteligencia es la capacidad de resolver problemas, sean estos cotidianos o de situaciones que conllevan la creación de productos con valor cultural. También se ha comprobado que no es única ni imposible de cambiar.

Sí es cierto que nacemos con ciertas capacidades, que son distintas y variadas, y que todas, en mayor o menor medida, se emplean en la vida cotidiana. Ninguna es mejor que otra, todas son necesarias. Además, dichas capacidades pueden cambiar en función de la estimulación y/o las experiencias que ofrece el medio ambiente en el que nos desenvolvemos. Cada individuo nace con habilidades y capacidades diferentes y desarrollará más las vinculadas al campo en el que se desempeña, simplemente porque estarán más estimuladas y/o ejercitadas. Estos estudios también revelan que el cerebro posee una enorme capacidad de aprender, lo cual abre enormes posibilidades para potenciar el desarrollo de las habilidades y capacidades innatas, especialmente en los niños y adolescentes, etapas en las que el cerebro posee mayor plasticidad, si ofrecemos estímulos adecuados y oportunos.

En este proceso, tanto familias como los docentes tienen un papel fundamental, ya que son los que más tiempo pasan con unos y con otros. Si aprenden a identificar las capacidades y habilidades potenciales de estos niños y adolescentes, podrán ayudarlos a desarrollarlas con actividades creativas que estimulen su despliegue y promuevan todas las inteligencias.

Las familias deben disfrutar y vivir la apasionante y desafiante tarea de educar. Cualquier tipo de inteligencia, puede entrenarse y perfeccionarse.

A continuación, a partir de las ocho inteligencias propuestas por Gardner, se presentan algunas sugerencias, una serie de actividades, ideas y estrategias adecuadas para desarrollar los distintos tipos de inteligencia de una manera lúdica.

1.     Inteligencia lingüística-verbal

La inteligencia lingüística no solo hace referencia a la habilidad para la comunicación oral. Es adecuado jugar a juegos de mesa que usen palabras, potenciar el uso de idiomas, escribir una redacción de un acontecimiento familiar, contar historias, hacer listas de palabras, leer en voz alta.

  • Hacer la lista de la compra.
  • Escuchar activamente las anécdotas de un hermano, de un primo, de los padres...
  • Contar su experiencia en el centro educativo.
  • Buscar palabras raras.
  • Aprender vocabulario sobre rutinas de casa, lugares, situaciones, familiares.

 

2.     Inteligencia lógico-matemática

La inteligencia lógico-matemática se vincula a la capacidad para el razonamiento lógico y para la resolución de problemas matemáticos. Podemos resolver problemas sencillos y cotidianos, trabajar series lógicas divertidas, clasificar juguetes o cosas de casa por color, tamaño, inventar cuentos con problemas.

  • Realizar una línea de tiempo: nacimientos en la familia, fiestas importantes...
  • Hacer una receta, contando vasos, cucharadas...
  • Crear o identificar categorías para clasificar muebles de la casa, electrodomésticos, alimentos, prendas de vestir…
  • Clasificar y contar monedas.
  • Resolver problemas sencillos y cotidianos: comparar, formular estimaciones (precio de los alimentos, de los objetos comunes…).

3.     Inteligencia espacial o visoespacial

La inteligencia espacial hace referencia a la habilidad para poder observar el mundo y los objetos desde diferentes perspectivas. Es conveniente dibujar y pintar con todo tipo de materiales, ver vídeos caseros y animaciones, diseñar disfraces, decorar mandalas, hacer un álbum de fotos, crear un collage para explicar o exponer algo a la familia.

  • Visitar una exposición.
  • Realizar un collage para exponer algo a nuestra familia.
  • Elaborar un diccionario con pictogramas.
  • Hacer un álbum de fotos de la familia con momentos, eventos, fechas importantes..
  • Hacer trabajos manuales en los que participen diferentes miembros de la familia

 

4.     Inteligencia musical

La inteligencia musical es la habilidad de percibir, distinguir, transformar y expresar el ritmo, el timbre y el tono de los instrumentos musicales, por lo que es apropiado componer canciones familiares, crear instrumentos musicales con materiales reciclados, escribir diferentes finales para una canción, aprender a tocar un instrumento musical, estudiar solfeo, ir a clases de música, baile y danza. • Poner música de fondo para relajar a los hijos o para concentrar su atención en distintos momentos del día.

  • Utilizar objetos cotidianos para producir distintos ritmos, sonidos...
  • Cantar un rap o una canción que explique algo relacionado con la familia.
  • Grabar sonidos, hacer onomatopeyas, utilizar objetos cotidianos...
  • Reproducir los sonidos de la naturaleza: animales, medios de transporte…

5.     Inteligencia corporal y cinestésica

La inteligencia corporal y cinestésica hace referencia a las habilidades corporales y motrices que se requieren para manejar herramientas o para expresar ciertas emociones. Es conveniente bailar, interpretar cuentos a través de la danza, realizar actividades deportivas, practicar deportes en familia, utilizar el lenguaje corporal para expresar cosas, hacer circuitos de psicomotricidad.

  • Realizar una coreografía para una fiesta familiar.
  • Aprender habilidades físicas, como bailar, balancearse, saltar a la comba, trepar, tirar, realizar juegos de manos o trabajar con distintas herramientas.
  • Montar en bicicleta, patinar, montar en patinete.
  • Crear o construir maquetas, trabajar con materiales de construcción, con piezas desmontables, miniaturas, figuras, muñecos...
  • Montar una búsqueda del tesoro en casa, en el parque, en un terreno familiar...

6.     Inteligencia naturalista

La inteligencia naturalista permite detectar, diferenciar y categorizar los aspectos vinculados a la naturaleza. Se trata de una de las inteligencias esenciales para la supervivencia del ser humano. En familia es muy positivo organizar excursiones al campo, estudiar el comportamiento de los animales, aprender a amar y a respetar la naturaleza y el medio ambiente, realizar visitas al entorno natural más próximo, conocer sitios de forma virtual desde internet y localizarlos en un mapa, fomentar la observación, realizar rutas en bici.

  • Inculcar el ser coleccionistas de hojas, insectos, minerales, piedras...
  • Visitar un planetario, un acuario, un museo, un jardín botánico, un vivero, el zoológico.
  • Actividades al aire libre: campo, montaña, playa...
  • Hacer experimentos fáciles y cercanos en casa.
  • Caminar a ciegas y comentar las sensaciones.

7.     Inteligencia intrapersonal

La inteligencia intrapersonal se refiere a la inteligencia que nos faculta para comprender y controlar nuestro ámbito interno. Es conveniente fomentar la reflexión, hacer que el niño anote sus pensamientos y actividades, y trate de verbalizar el proceso de toma de decisiones, de establecer objetivos, de describir cualidades que tienen los diferentes miembros de la familia, de escribir autobiografías o cómo se sienten ante algo concreto.

  • Hacer y recibir cumplidos en el entorno más próximo.
  • Describir cualidades que tienen nuestros hijos.
  • Promover un momento de pausa y relajación.
  • Organizar su tiempo con ayuda de los padres. Hacer un mural con pictogramas, iconos, dibujos representativos...
  • Dialogar, compartir, los sentimientos, las emociones...

8.     Inteligencia interpersonal

La inteligencia interpersonal nos faculta para poder advertir cosas de las otras personas más allá de lo que nuestros sentidos logran captar. Evalúa la capacidad para empatizar con las demás personas, por lo que debemos fomentar el compañerismo y la interacción con los demás, organizar debates y actividades en equipo, actividades de formación, ensayo e intercambio de diversos papeles, participar en juegos cooperativos, trabajar juntos.

  • Asumir responsabilidades en casa. Comprometerse en las tareas para desarrollar valores: orden, limpieza...
  • Ponerse en el lugar del otro. Ayudar con el diálogo a ponerse en la situación del hermano, intentar entender el sentimiento...
  • Practicar técnicas de resolución de conflictos en situaciones cotidianas.
  • Jugar a juegos de mesa en familia.
  • Intuir los sentimientos de los demás en una situación determinada.

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