Recursos para trabajar la inteligencia emocional en el Primer Ciclo de Educación Infantil

Recursos para trabajar la inteligencia emocional en el Primer Ciclo de Educación Infantil

La inteligencia emocional es la capacidad de identificar, comprender y manejar las emociones propias y las emociones de los demás; es decir, la capacidad que tenemos para tratarnos bien y tratar bien a los demás. Consta de tres procesos básicos:

  1. Percibir: reconocer de forma consciente nuestras emociones, identificar qué sentimos y ser capaces de darle una etiqueta verbal.
  2. Comprender: integrar lo que sentimos dentro de nuestro pensamiento y saber considerar la complejidad de los cambios emocionales.
  3. Regular: dirigir y manejar las emociones, tanto positivas como negativas, de forma eficaz.

Sabemos que los alumnos que desarrollan una adecuada inteligencia emocional poseen confianza en sus capacidades, crean y mantienen relaciones satisfactorias, y comunican lo que necesitan, piensan y sienten, y tienen en cuenta los sentimientos de los demás. Están motivados para explorar, afrontar desafíos y aprender. Poseen una autoestima alta y cuentan con más recursos para resolver conflictos. Todo lo señalado influye de forma positiva en todas las áreas de su vida.

En los centros educativos veremos que, al trabajar la inteligencia emocional, aumenta el bienestar de los alumnos, se reducen los conflictos escolares y los que se mantienen acaban resolviéndose de una manera más asertiva. Pero, lamentablemente, en muchos centros no existe un rincón en la apretada agenda escolar para educar las emociones. Son pocos los colegios que lo hacen.

Aunque sabemos que es complicado, podemos partir de tutorías, o a raíz de algún conflicto que haya surgido, para empezar a trabajar la inteligencia emocional.

También podemos dedicar...

  • Diez minutos cada mañana antes de comenzar la "rutina" diaria. Estarán más receptivos.
  • Diez minutos antes de acabar las clases, si es posible, se puede repasar cómo estaban esa mañana, si algo ha cambiado, para crear un espacio en el que puedan reflexionar individual y grupalmente.
  • En la asamblea, una vez por semana. Si por el estilo de las clases o la organización del centro educativo no es posible trabajar las emociones cada día, se puede dedicar una hora a la semana y hacerlo en la asamblea… Quizá suponga un trabajo extra, pero los niños se sentirán mejor cada día.

Lo primero es dedicar unas sesiones a explicar cuáles son las emociones básicas (alegría, tristeza, asco, enfado, miedo, sorpresa), cómo puedo identificarlas y qué hacer cuando las identifico.

Un taller de inteligencia emocional atrae mucho a los niños. Hay que plantearlo de una forma muy dinámica, para facilitar que los niños se fijen más en la repercusión que pueden tener sus actos y que estén más pendientes de ayudar a sus compañeros. Se fomenta la empatía. En estas sesiones se presentan tres imágenes, una que muestre los rasgos faciales de una forma clara, la misma emoción en un niño y en una persona adulta. Los alumnos deben identificar la emoción a trabajar. Les preguntamos por las características físicas que pueden observar en la imagen. Una vez identificados los rasgos físicos, preguntamos por las cosas que nos producen ese sentimiento. Después, comentamos qué soluciones podemos encontrar para ayudar a las personas que presentan dicho sentimiento y, por último, qué podemos hacer para cambiar esa emoción cuando la estamos padeciendo.

¿Cómo podemos hacerlo? Os proponemos una lista de materiales que pueden serviros para trabajar la inteligencia emocional y las emociones en el aula:

LIBROS

Es importante distinguir lo que sienten y piensan ellos, y lo que sienten y piensan los demás. A través de cuentos o historias, siempre podréis agregar el componente emocional:

  • El emocionario, de Cristina Núñez y Rafael Romero, Editorial Palabras Aladas. Es un libro muy sencillo, presenta un itinerario a través de las distintas emociones que tenemos los seres humanos. Lleno de ilustraciones muy llamativas y con un texto sobre cada emoción que te invita a la reflexión. Es compatible con cualquier programa emocional, y además dispone de sus propias fichas descargables.
  • El monstruo de los colores, de Ana Llenas, Editorial Flamboyant. El libro trata de un monstruo que se ha hecho un lío con las emociones y deberá aprender a poner en orden la alegría, la tristeza, la rabia, el miedo y la calma. Es un álbum ilustrado y, gracias a sus expresivas ilustraciones, permite a los niños identificar con facilidad las distintas emociones que se viven durante el día.
  • Cuentos para educar con inteligencia emocional, de Clara Peñalver y Sara Sánchez, Editorial Beascoa. Libro dirigido a los niños más pequeños, con un lenguaje cercano y sencillo. Es un manual perfecto para comprender y gestionar las dudas que generan en nosotros las diferentes emociones.
  • Paula y su cabello multicolor, de Carmen Parets Luque. Es un cuento que trabaja las emociones más básicas: alegría, tristeza, enfado y miedo. Este libro cuenta cómo a Paula le cambia de color el pelo según la emoción que siente. A través de las transformaciones en el pelo de Paula vamos dando nombre a las emociones que sentimos. A partir de una serie de preguntas (¿qué nos provoca esa emoción?, ¿qué nos hace sentir?, ¿qué debemos hacer?), vamos proporcionando respuestas y soluciones para cada tipo de emoción.

VÍDEOS

Los vídeos propuestos os pueden ayudar a jugar al "traje de detective". El juego consiste en analizar los estados emocionales de los personajes. Preguntamos a los niños cómo se sienten los personajes y cómo lo demuestran. Tienen que prestar atención tanto a la comunicación verbal, como a la no verbal. Formular preguntas para generar debates: ¿cómo reaccionarías tú?, ¿cómo son las reacciones?, ¿exageradas, irreales? Podemos trabajar con los siguientes vídeos:

  • “La gallina o el huevo”, de Miguel Ángel Rizaldos Lamoca, para trabajar la empatía.
  • "Mamá, ¿de qué color son los besos?", de Beatriz San Millán, que explica las diferentes emociones y cómo se siente el niño en cada una de ellas.

También podemos trabajar las emociones en diferentes situaciones con sus películas favoritas, como pueden ser "Inside out" o "Trolls".

JUEGOS ON LINE

  • “Descubre cómo eres” es un juego con distintas actividades que permiten a los niños descubrir cómo trabajar la propia identidad, experimentar sentimientos y reconocer emociones.
  • “Pelayo y su pandilla” tiene divertidas y variadas actividades sobre distintas emociones, sobre el propio cuerpo e incluso juegos sobre salud e higiene personal.

JUEGOS GRUPALES DENTRO DEL AULA

  • Diario de las emociones: el juego es una dinámica educativa que trata de favorecer la reflexión sobre los propios estados emocionales. A través de esta dinámica vamos a procurar que los pequeños dibujen sus estados emocionales y tomen conciencia de cuándo sienten una emoción y de los posibles desencadenantes y consecuencias. De esta manera tendrán un rico collage de las propias emociones. Este juego está dirigido a niños de tres años en adelante. Se puede hacer con niños más pequeños si contamos con la colaboración de las familias, que aportarán imágenes de las diferentes emociones. Con las imágenes y la colaboración de los niños haremos un gran mural.
  • Juego "El observador": deben observar las expresiones emocionales de otras personas (familiares y amigos). Deben fijarse en los aspectos verbales (qué dicen y cómo lo dicen) y en los aspectos no verbales (gestos faciales, muecas, tonos de voz, tics). Este juego se basa en la imitación, por lo que es accesible desde muy temprana edad

Ver artículo completo en Educación de 0 a 3 años nº 26

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