La lectura es un proceso complejo que comienza mucho antes de que los niños concurran a la escuela pero es aquí donde el proceso se sistematiza y donde el docente adquiere tanta importancia como modelo para los niños.
El docente es quien tiene la gran responsabilidad de acercar a los niños, todos los días, a diferentes textos que les permitan crecer como lectores, ya sea leyéndoles en voz alta, favoreciendo el uso de la biblioteca o pidiéndoles que ellos lean o que escuchen a otros leer.
La lectura les aportará herramientas esenciales para su desarrollo cognitivo y emocional y, a través de ella, los niños podrán:
- Tener acceso a diferentes conocimientos.
- Apropiarse de las características y formalidades de la lengua oral y escrita.
- Conocer otras culturas y modos de vivir.
- Construir su identidad cultural y nacional.
- Nutrirse de conocimientos y conceptos.
- Explorar su imaginación.
- Potenciar su creatividad.
- Descubrir nuevos mundos.
- Informarse y reflexionar sobre el antes, el hoy y el futuro.
Los niños son curiosos por naturaleza y esa curiosidad debe ser utilizada para ampliar el acercamiento a los libros. Creemos que el hábito de la lectura diaria favorece a los estudiantes ya que les amplía el panorama en relación con la cultura escrita enriqueciéndoles y dándoles herramientas vitales para su desenvolvimiento en el resto de las áreas escolares como también así en su vida cotidiana.
Para que este hábito sea significativo el docente debe:
- Leer para ellos varias veces a la semana, diferentes tipologías y con el uso adecuado de los tonos de voz.
- Proponer diferentes juegos lectores para que todos sientan curiosidad por la lectura.
- Crear el ambiente ideal para propiciar la lectura en el aula.
- Favorecer las ganas de leer. • Dar la posibilidad de interpretar y de producir textos.
- Enseñar a interactuar con los textos leídos y a encontrar la finalidad o el propósito por el cual fueron escritos.
- Construir espacios para que los niños asuman diversas posiciones enunciativas delante del texto (autor, corrector, comentador, evaluador, actor...).
Los niños tienen derecho a estar en contacto con una gran diversidad de libros desde edades tempranas, a escuchar leer, a leer con otros y a aprender a leer. Contribuyamos desde nuestro rol a que esto suceda.