La llegada de la primavera es un excelente disparador para presentar a los niños y las niñas variadas situaciones de lectura y escritura, ya que a partir de ella podemos trabajar con una gran cantidad de recursos expresivos. La poesía es una expresión literaria escrita habitualmente en verso rimado, donde la palabra final rima al menos con la palabra final de otro verso. Un número determinado de versos forman una estrofa.
Sugerencia de actividades
- Presentar el poema. Realizar una primera lectura regulada por el docente. Luego, ofrecer un espacio para que los niños y las niñas puedan leerlo por sí mismos. I Realizar actividades que faciliten la comprensión. ¿Hay palabras que los niños y las niñas no conocen? Señalarlas, escribirlas en la pizarra y recurrir al diccionario para descubrir sus significados.
- Plantear algunas preguntas como las siguientes: ¿qué trae la primavera en su mochila? ¿Por qué el invierno se escapa al trote? ¿Qué pierde la primavera por caminar tan deprisa? ¿Cómo son las plantas primaverales? ¿Cómo es el viento durante la primavera? ¿Por qué el autor dice “la vida dormida por fin amanece”?
- Escribir las siguientes expresiones en la pizarra para que los estudiantes las representen mediante dibujos: • Pétalos que pintan el mundo de colores. • Tobogán de arcoíris. • Planta de hojas que rebosan savia.
- Si la primavera fuese un personaje, ¿cómo os imagináis que sería? ¿Cómo estaría vestida? ¿Qué le gustaría hacer? Escribir descripciones individuales, por parejas o en grupos.
- Recopilar otros poemas sobre la primavera. Destinar algunas sesiones para su lectura.
- Escribir grupalmente un poema dedicado a la llegada de la primavera.
- Confeccionar una antología con los poemas leídos.